Rachel Lindsay compartió su perspectiva sobre la vida matrimonial con su esposo Bryan Abasolo, según nuevos documentos judiciales obtenidos por Us Weekly.
“Nuestra vida conyugal no fue tan glamurosa como Bryan lo presenta”, comentó Lindsay, de 39 años, en la presentación del miércoles, 26 de junio. “De hecho, rara vez nos vimos o vivimos juntos durante nuestro breve matrimonio”.
En los documentos, Lindsay afirmó que después de que la pareja se comprometió en la temporada 13 de ‘The Bachelorette’, Abasolo, de 44 años, dejó su trabajo como quiropráctico en Florida y ella continuó trabajando como abogada en Dallas mientras el programa se emitía. Lindsay declaró que Abasolo se mudó a Los Ángeles estándo comprometidos para tratar de “triunfar en Hollywood”.
Lindsay recordó haber renunciado a su bufete de abogados, en 2018, para mudarse a Miami con Abasolo porque él quería iniciar un nuevo negocio. Después de que Lindsay dejó de ejercer la abogacía, comenzó a recibir nuevas oportunidades, incluyendo trabajar en la radio, podcasts, televisión y más. Lindsay compartió que, debido a sus viajes de trabajo, apenas veía a Abasolo después de que se casaran en agosto de 2019.
A lo largo de su matrimonio, Lindsay afirmó que ella y Abasolo “raramente salían juntos y ni siquiera tenían citas mensuales”.
Según la presentación, Lindsay se mudó a Los Ángeles en 2020 para convertirse en corresponsal de Extra. Abasolo se unió a Lindsay en California seis meses después. Antes de que la pareja se mudara a Los Ángeles, Lindsay compartió que ella y Abasolo “dividían todos los gastos del hogar”.
Lindsay explicó que ella y Abasolo no tenían una “cuenta compartida” durante su matrimonio. Cada uno era responsable de sus propias finanzas, incluyendo tarjetas de crédito, cuentas de retiro y cuentas de inversión.
Según los documentos, Lindsay alegó que cuando viajaban juntos, los viajes eran patrocinados o se dividían los costos del hotel y cada uno pagaba por sus propios vuelos. Lindsay añadió que si ella compraba el boleto de avión de Abasolo, compraba asientos en clase económica.
Ella afirma que el flujo de efectivo mensual promedio de Bryan es de $13,413 mientras que el suyo es de $61,019. Ella añade que sus gastos mensuales superan los $49,500.
“No estoy llena de dinero, como él cree que estoy. Y no puedo pagarle a su abogado $75,000 para litigar nuestro divorcio, que no es complicado. Si lo hiciera, no tendría fondos suficientes para pagar a mi propio abogado”, dijo en los nuevos documentos.
En enero, Us Weekly confirmó que Abasolo solicitó el divorcio después de cuatro años de matrimonio. En los documentos judiciales de junio, Lindsay afirmó que se enteró de la solicitud de Abasolo por mensaje de texto, a pesar de haber tenido una conversación en persona con él antes de que él le diera la noticia electrónicamente.
“Ese mismo día, Bryan y yo tuvimos una conversación en mi cocina y no mencionó que había solicitado el divorcio”, alegó Lindsay. “Aproximadamente 30 minutos después de que él saliera de la casa, me envió un mensaje de texto que simplemente decía: ‘Hola, solo quería informarte que ya he presentado oficialmente la solicitud’”.
Aunque Lindsay reconoció que era consciente de que ella y Abasolo estaban “separándose” y “dirigiéndose hacia el divorcio”. La noticia de su solicitud fue impactante, ya que previamente habían discutido sobre mantener su separación “amigable”.
En mayo, Abasolo presentó una moción solicitando manutención conyugal de emergencia, a la que Lindsay le pide al tribunal que niegue. Según documentos obtenidos por Us weekly en ese momento, Abasolo afirmó que Lindsay aún está usando los fondos matrimoniales y no ha compartido acceso, a pesar de que la pareja, después de su ruptura, aún cohabitaba en su hogar en North Hollywood.
“Quiero mudarme de nuestra residencia familiar lo antes posible, pero mantener nuestro nivel de vida no es financieramente factible en este momento”, afirmó en su moción. “Puse mi carrera como quiropráctico en espera para mudarme dos veces por la carrera de Rachel. Estos traslados fueron perjudiciales para mi negocio de quiropráctica, mientras que los ingresos y el éxito de Rachel como personalidad mediática se dispararon”.
Abasolo también solicitó al juez que Lindsay pague $75,000 por sus honorarios legales, además de la manutención conyugal.
Lindsay está pidiendo al tribunal que ordene $9,882 al mes en manutención conyugal para su ex y afirma, en documentos recién presentados, que esta semana propuso un “generoso acuerdo global” al equipo legal de Abasolo.
Us Weekly contactó al abogado de Abasolo para obtener sus declaraciones.
