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Herman Cornejo, del American Ballet Theatre, da tips y secretos sobre cómo cuida sus pies un bailarín profesional (Exclusiva)

El bailarín argentino Herman Cornejo
El bailarín argentino Herman Cornejo en la versión de “Romeo y Julieta” de Kenneth MacMillan. Foto Cortesía: Rosalie O'Connor / American Ballet Theatre

Herman Cornejo es un bailarín de ballet que ya no usa zapatos. Podría ser que el revolucionario acto se deba a que metafóricamente renunció a lo que se supone debía dedicarse, como médico, abogado o empresario, según una sociedad que todo lo impone. Pero la razón detrás responde más a una pasión desmedida por cuidar el más preciado tesoro de su vida, sus pies.

“Yo hace más de 10 años que no puedo ir a galas o a fiestas con zapatos. Trato de buscar zapatillas (tenis) muy bonitas, pero zapatillas. Creo que el estar cómodo con sneakers previene un montón de lesiones. Y sobre todo porque, claro, a veces la gente no se da cuenta, pero nosotros terminamos la función de tres horas y tenemos que ir a estos cócteles, estas cenas donde tienes que estar parado hablando con todo el mundo. Y bueno, es parte del gaje del oficio, ¿no?”, dijo Cornejo en exclusiva a Us Weekly en Español.

Nacido en Argentina, Cornejo -quien baila desde los 7 años- es considerado como uno de los bailarines más importantes de la era actual. Con solo 16 años ganó el mayor premio que se le puede dar a un bailarín, la medalla de oro el VIII Concurso Internacional de Moscú en 1997. Además, solo dos argentinos han logrado obtener el galardón, su predecesor fue el bailarín Julio Boca, quien fue -además- su mentor.

Pero la hazaña va más allá del premio, fue y ha sido, el competidor más joven en obtener la medalla en la historia del concurso. Cornejo, que tiene maestría en romper la barrera de la edad, con 43 años tiene mucho por recorrer, algo que no es usual en el mundo de la danza clásica.

Cassandra Trenary (Tita) y Herman Cornejo (Pedro) en "Como agua para chocolate".
Cassandra Trenary (Tita) y Herman Cornejo (Pedro) en la creación de Christopher Wheeldon “Como agua para chocolate”. Foto Cortesía: Emma Zordan / American Ballet Theatre

¿Los bailarines tienen aseguradas sus piernas?, Us quiso averiguar. “Yo no tengo nada asegurado de mi cuerpo”, dice con una sonrisa. Y afirma:  “No somos como los deportistas que terminamos el ensayo y nos hacen terapia, masajes. Yo creo que recién ahora, después de los 40, es cuando empiezo a decir, sojo, si querés extender tu carrera… sí me doy un masaje o me meto en esas duchas de hielo, todo ese tipo de cuidados”, explicó el bailarín.

Cornejo reconoce que hacer el cold plunge le ha ayudado mucho a mantener su cuerpo, al menos lo practica dos veces por semana y agrega que lo que más lo ha ayudado es ir a terapia física todos los días para mantener el cuerpo sano “aunque no duela nada”, cosa que no hizo ni a los 20 ni a los 30 años. Esa disciplina de auto cuidado también le ha permitido alargar su vida profesional.

“Es increíble cómo una generación te puede marcar. La generación anterior llegaba a los 40 y se retiraban. Y no había un porqué, era esa edad. Y después de la llegada de Alessandra [la bailarina italiana Alessandra Ferri], cuando ella decidió volver al escenario, que no recuerdo con cuántos años decidió volver, creo que con 50. Hoy acabo de ensayar con ella y tiene 61. Creo que existen un montón de cuidados ahora que antes no se aplicaban y que ahora yo me siento con 43 súper bien. Y no consigo dejar esto”, aseguró Cornejo.

Herman Cornejo, bailarín argentino.
Herman Cornejo durante la temporada de apertura del American Ballet Theatre en 2022. Bennett Raglin / Getty Images

Porque al argentino no solo lo mantiene su pasión por el ballet, sino los logros que ha conseguido en su carrera, los cuales impresionan tanto como su danza. A los 14 años recibió una beca en la School of American Ballet, después perteneció al Ballet Argentino, a los 17 años se unió al American Ballet Theatre Studio Company (ABT), una de las compañías de danza clásica más importantes del mundo y con la que ha recorrido cientos de países como Principal, haciendo papeles que otros bailarines apenas alcanzan a soñar.

“Tengo esa emoción de seguir haciendo los clásicos. Yo he conocido bailarines donde han hecho tantas veces el Romeo y Julieta que dicen, no quiero más Romeos. Pero a mí todavía me emociona. Digo, ¡ah! Romeo, ¡qué lindo! Y Lago de los Cisnes otra vez. Todavía me emociono. Así que de momento sigo (bailando)”, dijo Cornejo con la misma emoción con la que hablas del primer amor. Y pensar que todo comenzó con un deseo de volar.

“Siempre tuve esa sensación de que cuando yo pegaba el salto me veía, me veía de afuera, como hacía los pasos en el aire. Y es una sensación increíble. Siempre pienso que eso es lo que más voy a recordar como bailarín”, dijo Cornejo.

Actualmente se presenta en Como agua para chocolate en el The Metropolitan Opera y durante la presentación de la obra el próximo 19 de julio será homenajeado por sus 25 años en el American Ballet Theatre.

“Para mí es un placer poder, después de tantos años, hacer un rol hispano en una obra completa. Para mí poder representar nuestros países de alguna forma es muy valioso y también de la forma que está coreografiado. Esa forma tan teatral”, aseguró.

Entrevista por Julia Tortoriello.