Puede que estuvieran compitiendo en uno de los eventos deportivos más famosos del mundo, pero para algunos atletas olímpicos, el alojamiento dejó mucho que desear.
La campeona de natación australiana Ariarne Titmus dijo el jueves 15 de agosto en The Project que no era muy fan de algunos aspectos de la Villa Olímpica de París donde ella y sus compañeros de equipo estaban alojados.
“La villa no es tan glamurosa como la gente piensa”, dijo Titmus, de 23 años, en el programa de televisión.
La medallista de oro señaló la higiene como un área particular de preocupación.
“Nuestras sábanas se cambiaron después de la primera noche que estuvimos allí y luego no se cambiaron por el resto del tiempo que estuvimos, así que vivíamos en la suciedad”, recordó Titmus.
La escasez de papel higiénico destinado a los atletas en la villa olímpica también significó que los atletas tuvieron que recurrir a medidas creativas para obtener más, según Titmus.
“Teníamos que mentir sobre cuántos compañeros de habitación teníamos para poder escamotear rollos de papel higiénico”, dijo la olímpica. “Nos quedábamos sin papel higiénico y luego solo nos daban uno para cuatro días”.
Titmus no es la primera estrella deportiva en compartir una visión sobre las condiciones en la villa olímpica.
Las habitaciones contenían lo que se denominó camas “anti-sexo”, debido al material de cartón del que estaban hechas, que se rumoreaba que no tenían la capacidad de resistir la actividad sexual.
En julio, el clavadista británico Tom Daley usó TikTok durante los Juegos para mostrar las camas y probar cuán fuertes realmente son.
“Como pueden ver, es como una caja”, narró Daley, de 30 años, golpeando con los nudillos en el cabecero en el video compartido.
Daley luego probó la resistencia de la cama saltando y rebotando sobre sus rodillas para ver si resistía, lo cual hizo. “Como pueden ver, son bastante resistentes”, señaló.
Mientras tanto, la estrella de esgrima del equipo de EE.UU. Jackie Dubrovich dijo a Us Weekly el viernes 9 de agosto que la Villa Olímpica era un lugar “divertido” para estar.
“Es como la universidad para los adultos más atléticos”, dijo Dubrovich, de 30 años. “¡Es divertido! Con las competencias terminando, creo que va a ser realmente divertido. La gente es más propensa a salir de su camino para hablar con otras personas, socializar y festejar”.
La atleta también elogió la capacidad de la villa para reunir a tantas personas de todas partes del mundo.
“Esa es parte de la diversión de los Juegos Olímpicos”, dijo. “Después de competir, conoces a todas estas personas de todo el mundo y simplemente pasas un buen rato juntos”.
